Aprender a decir NO a los hijos
Para familias con hijos de 0 a 3 años
Principalmente, lo que queremos como padres y madres es que nuestros hijos/as sean felices en esta vida. Por lo tanto, nos tenemos que mostrar comprensivos y pacientes con ellos, creando un ambiente cálido y amoroso dentro del hogar. A pesar de que la estima es imprescindible, no es suficiente para la educación de nuestros hijos e hijas. Tenemos que intentar entender que esta educación implica protección y ésta, la necesidad de poner límites y normas para protegerlos de sus propios actos. De este modo les proporcionaremos un equilibrio personal y emocional.
No nos tiene que dar miedo decir No a nuestros hijos/se. Tenemos que aprender a enseñarles aquello que está bien y lo que no lo está, aquello que se puede tolerar y lo que no. Y se lo tenemos que saber explicar para que lo puedan entender y aceptar. Tenemos que aprender y ser capaces de encontrar el equilibrio para desarrollar sus capacidades y mantener un orden para el buen funcionamiento.
Es importante tener presente que la rutina y la paciencia son ingredientes básicos a la hora de tener claros qué límites, normas y objetivos se quieren conseguir.
Cuesta de creer, pero un niño con límites muy marcados y establecidos es más feliz que aquel que hace lo que quiere porque no sabe distinguir entre lo que está bien y lo que no. Sin límites y normas, los niños y las niñas se vuelven rebeldes, exigentes… Por eso es tan importante empezar a establecerlos desde casa desde muy pequeños e ir unidos de la mano de la escuela.
No se tiene que tener miedo a decir no a los hijos. Hay padres que se piensan que los quieren menos o que la negativa les pasará factura. ¡Es completamente al contrario!
Así pues, hay que obtener un equilibrio, poner pocos límites, pero claros y concisos. Límites que difícilmente serán reversibles, a pesar de que tiene que existir cierta flexibilidad, siempre siendo firmes con los objetivos que se quieren lograr con cada uno de los hijos/as.
Siguiendo esta línea de pensamiento, Carlota Sánchez, maestra en la Guardería del colegio Les Alzines, nos propone una serie de consejos que pueden ser útiles a la hora de establecer normas y límites en casa, siempre teniendo cuenta la edad y que cada niño es único y diferente.
- Aprender a negociar con cada uno de los hijos/as.
- Los adultos tienen que conocer sus propios límites. Si los padres no tienen límites, será difícil ponerlos a sus hijos/as.
- Saber decir No. El lenguaje verbal y el no verbal no se pueden contradecir, tienen que ir unidos.
- Ser coherentes. Cuando se niega algo, hay que explicar el porqué y actuar como quieres que ellos actúen.
- Aprender a escuchar y mirarles a los ojos.
- Mantener la coherencia entre lo que se hace y lo que se piensa, porque si no se puede perder la credibilidad ante los hijos/as.
- Felicitarles cuando se portan bien.
- Poner límites que tengan valor y sentido.
- Decir las cosas con claridad, con un vocabulario adecuado, con tranquilidad, con calma… que el niño/a lo pueda entender.
En definitiva, poner normas y límites no quiere decir ser estrictos, sino que evitemos que nuestros hijos estén consentidos, sean poco resistentes a las frustraciones y que no sepan perder.
Es importante decir a nuestros hijos que los queremos y que a la vez, se sientan amados, pero siempre sabiendo cuando hacen bien las cosas y cuando no.
En conclusión, educación y límites son dos palabras que van unidas, son inseparables. Ayudar a crecer a nuestros niños con unos límites y normas claras desde muy pequeños equivale a ofrecerles unas herramientas emocionales y personales para toda su vida.
DECIR NO A NUESTROS HIJOS/SE LOS ESTAMOS AYUDANDO A SER PERSONAS FELICES Y SEGURAS!