¿Con qué estilo emocional os identificáis? ¿Cuál usáis más en casa con vuestros hijos e hijas?

Hace unos días Eva Bach, maestra, formadora de formadores y escritora, especialista en desarrollo personal, inteligencia emocional, comunicación y relaciones interpersonales, impartió una charla en la escuela Les Alzines titulada «Educar el tesoro de las emociones». Esta charla estaba enmarcada dentro del ciclo de conferencias «Hablamos con expertos», un programa formativo para familias, principalmente de Educación Infantil, de todas las escuelas de Institució Familiar d’Educació.

Durante la charla Bach explicó que hay 7 estilos emocionales que no son saludables si los utilizamos habitualmente y uno, que es el empático, que sí que lo es. Es inevitable que a veces nos muevan a actuar algunos de estos 7 estilos, pero en la medida que podamos, tenemos que intentar analizar qué sentimos y procurar practicar el estilo empático, sobre todo con nuestros hijos e hijas.

Estilos emocionales 7+1

7 que no son saludables y uno que sí que lo es: el estilo empático. ¿Con cuál os identificáis? ¿Cuál usáis más a casa con vuestros hijos e hijas?

  1. El que niega las emociones. De aquello difícil, ingrato o desagradable no hablamos, así no existe o desaparecerá. Si no hablamos de estas emociones puede ser que con el tiempo el niño o la niña deje de sentirlas, se desconectará de sí mismo/-a y no podrá entender a nadie que sienta esa emoción y, a la larga, estas emociones saldrán de otras maneras.
  2. El que reprime o prohíbe las emociones. El estilo de no llores, no te enfades, no te ilusiones demasiado, no pasa nada cuando sí que pasa, no es importante, cuando quizás no lo es para mí, pero sí para el pequeño/-a. Este estilo lo tenemos muy inculcado y Eva Bach nos recomienda dejar que los niños expresen sus emociones, por ejemplo decir: «llora, si quieres y lo necesitas».
  3. El que invalida las emociones. ¿Por eso te enfadas? ¿Por eso lloras? ¡Qué tontería! ¡Guárdate las lágrimas para cosas más serias! Es el estilo que te dice no tendrías que sentir esto o lo que sientes no está bien, no es justo.
  4. El que quiere cambiar la emoción. Cuando estás enfadado o triste te dice anímate y cuando estás muy contento te dice que tengas cuidado, que frenes aquella alegría o ilusión.
  5. El que proyecta las emociones hacia fuera. Es el estilo que da la responsabilidad de las emociones propias a los demás, un ejemplo puede ser aquella persona que dice: «me pones nerviso», «me haces gritar», «me daréis un disgusto que me mataréis».
  6. El que se hace adicto a algunas emociones concretas. Este estilo es propio de aquellas personas que viven constantemente en una misma emoción y solo conectan con los otros cuando sienten la misma emoción que ellos. Como por ejemplo, la persona que siempre se preocupa o se indigna por todo o siempre está muy alegre, bromea y no se preocupa por nada.
  7. El que magnifica las emociones. Es aquella persona que de una emoción provoca un tsunami de emociones.  Le da muchas vueltas y se va alterando cada vez más, haciendo la emoción más intensa.

 

El estilo empático

El estilo empático es aquel que acoge las emociones, deja que se expresen, las acompaña y ayuda a calmarlas y, en la medida de lo posible, las transforma o acepta. Durante los últimos 20 minutos de la charla, la experta explicó algunos ejemplos reales en los cuales se ponía en práctica el estilo empático. Ver el video de la charla.

«Tenemos que buscar maneras, recursos o herramientas para habla sobre las emociones, especialmente cuando los niños son muy pequeños, porque son conceptos abstractos difíciles de entender para ellos».

Los adultos tenemos tendencia a querer que los niños transformen y/o acepten sus emociones de forma inmediata. Lo que Bach propone es que mantengamos la calma y acompañemos al niño empezando por constatar lo que le pasa y como se siente. Para que los más pequeños puedan expresar lo que sienten, la especialista nos recomienda algunos libros como:

El monstruo de colores de Anna Llenas Serra

Tranquilos y atentos como una rana de Eline Snel

El despertar de la ranita de Eline Snel

Si os ha gustado este post, os recomendamos que veáis el vídeo de la charla de Begoña Ibarrola «Educar para sentir».