La adolescencia es una de las etapas que más retos plantea a madres y padres en la educación e los hijos. ¿Cómo podemos acompañarles? ¿Cómo ayudarles a ser felices?

Cuando nuestros hijos son pequeños, el apoyo, la confianza, el afecto y la seguridad que les transmitimos son clave para que se sientan bien y felices. Cuando crecen y se encuentran en las puertas de la edad adulta necesitan algo más que sostenga su felicidad. La adolescencia plantea grandes retos en este sentido. Como madres y padres, hay muchas cosas que podemos seguir haciendo para ayudarles a encontrar, por sí mismos, la felicidad.

El doctor Mario Alonso Puig, en una entrevista en A la de TRES, propone 6 claves para que nuestros hijos adolescentes sean felices.

  1. Que crean en su propio criterio e instinto. Las redes sociales, escaparate de la vida de otros, es el mundo paralelo en el que viven los adolescentes. Es importante que reforcemos su propio criterio y sus propias ilusiones, para que sean capaces de hacer sus exploraciones, en lugar de deslumbrarse con lo que ven, sea en las redes sociales o en su entorno. Por ello es importante que también nosotros, como madres y padres, tengamos en cuenta sus ideas y les demos espacio para expresarlas.
  2. Que se aprecien a sí mismos por quiénes son, no por los likes que reciben. Los likes en redes sociales tienen un valor, pero deben saber que ése no es su Es vital que les ayudemos a reconocerse en su propia grandeza. Que sepan quiénes son y que se valoren por ello, no por el número de seguidores que tienen en Instagram. Les ayudará que pongamos en valor su carácter y destaquemos aquello que hacen bien.
  3. Que se busquen en las otras personas. La felicidad, según Mario Alonso Puig, es el resultado de encontrarse en los demás. Si buscan solo sus anhelos, olvidarán los de los demás, asegura. Y así, nunca llegarán a ser felices. Será clave que les animemos a cuidar sus amistades, su familia, a estar disponible y a entregarse a ellos.
  4. Que quieran mucho (y bien). El secreto de la felicidad es simple, consiste en querer. Y en hacerlo de forma gratuita, incondicional, sin esperar nada a cambio. Es importante fomentar que nuestras hijas e hijos quieran mucho, a la familia, a los amigos, y que lo hagan de forma saludable, con incondicionalidad. Para ellos es crucial que ellos se sientan queridos de este modo y que se sientan implicados en el cuidado del otro.
  5. Que generen pensamientos propios. En la adolescencia se pueden generar muchos pensamientos negativos hacia uno mismo. Es una de los momentos más proclives a desarrollar sentimientos de inseguridad, insatisfacción, pueden aparecer algunos complejos y muchos jóvenes pueden terminar infravalorándose. Es útil enfocarse en otros pensamientos, llenarse de otras cosas que aporten calma y seguridad. En esto puede ayudarles, por ejemplo, que demos valor y espacio a talentos o habilidades que tengan (creativas, deportivas, etc.) o que les ayudemos a encontrar referentes positivos.
  6. Que busquen valores compartidos. En la etapa de la adolescencia, los amigos y el entorno suben de nivel en la lista de prioridades de chicas y chicos. Es importante que el grupo de amigos con los que disfrutará de los buenos momentos y en los que buscará apoyo en los malos tengan los mismos valores. En caso contrario, en los momentos complicados la relación podría romperse y nuestra hija o hijo podría no encontrar esta red de apoyo si la necesita.

En todo esto podemos ayudar a nuestras hijas e hijos adolescentes. En primer lugar, con nuestro ejemplo. En segundo, estando siempre abiertos a escucharles y hablar de lo que quieran.

Si queréis profundizar en estas ideas, escuchad esta interesantísima entrevista que Lluís Gràcia y Pablo Canela de A la de TRES hicieron al doctor Mario Alonso Puig.