10 consejos para vivir el matrimonio felices
Pep Borrell se define como católico, marido de una, padre de cinco, abuelo de dos y médico-odontólogo. Además, es padre de exalumnas de Institució Familiar d’Educació, en concreto del colegio La Vall. Aunque remarca que no es experto en el amor ni en la vida familiar, ya son muchas las charlas que ha ido impartiendo en todo el país para hablar del noviazgo, del matrimonio y de la educación de los hijos.
A raíz de la pandemia, Borrell y un grupo de amigos crearon conFEnados, una cuenta de YouTube donde empezaron a hablar sobre el amor, el matrimonio y la familia. Actualmente esta cuenta ya tiene 4.130 subscriptores y una quincena de videos publicados.
Os queremos compartir un resumen del contenido de una de estas conferencias que ha impartido en varios de nuestros colegios y que él titula: «Bailando en la cocina». Para aquellos que queráis, podéis ver el video entero de la sesión en conFEnados.
10 consejos para matrimonios de todas las edades
- Apuntarse el consentimiento del matrimonio (Yo, Pep, te tomo a ti, Mercè, por mujer y prometo…) en la agenda o en el móvil y cuando las cosas no vayan bien, leerlo una vez y otra.
- Trabajar la relación con constancia. «Después de la luna de miel, le tienes que poner miel a la luna».
- Bailar en la cocina. Predisponernos para estar alegres y contagiarlo a la pareja y a los hijos.
- No descuidar el aspecto, nos tenemos que poner guapos para enamorar cada día a nuestro marido o a nuestra mujer.
- Cuidado con las bromas. No criticar, ni en broma, y menos a la familia del otro.
- Comunicación. «La imaginación es la tonta de la casa». No dejar en manos de la imaginación, la telepatía o la lógica aquello que tenemos que hablar previamente con la pareja.
- Mirar, admirar, dejarse de mirar a un mismo y dejar que te mire. Que te pille mirándolo o mirándola con amor.
- Hacer abrazos largos. Según Borrell los abrazos con tu marido o con tu mujer tienen que ser de 10 segundos o más.
- Presunción de inocencia siempre. Antes de enfadarnos suponer que el otro no lo ha hecho para hacerme daño y escucharnos. Y si acaba con discusión dejar reposar las emociones y después, perdonar y pedir perdón.
- Tener ejemplos y ser ejemplo. Tener siempre un ejemplo de matrimonio o familia a seguir. No tener vergüenza de ser ejemplo para los hijos o para otros matrimonios.
Por último, Borrell recomienda hacernos siempre dos preguntas al final del día:
¿Lo/la he querido?
¿Lo ha notado?