Hoy a los padres de mi curso, una de las cosas de las que les voy a hablar es que en verano sus hijos deben aprender a aburrirse.

Os pongo en situación, en verano hacéis un plan familiar por la mañana, después de comer hacéis algunos juegos de mesa y después de todo esto, te viene tu hijo y te dice: “Papá, mamá, estoy aburrido”. Solo os pido que no entréis en cólera, en pánico. Y no hagáis el recurso fácil que muchos podemos caer: “ponte dibujos en la TV o juega a la tablet”.

HAY QUE DEJAR QUE SE ABURRA.

Todo nuestro esfuerzo para evitar que se aburran lo hacemos, muchas veces, más por nosotros que por ellos. ¿Es tan malo aburrirse?
¿Qué hacíamos en nuestra época cuando no había tanta tecnología y hacíamos un viaje largo en coche? Pues MIRAR POR LA VENTANA y se activaba la imaginación. ¿Y si íbamos a un restaurante con nuestros padres? Pedíamos una servilleta y un bolígrafo… Ahora estamos en que nuestros hijos deben estar ocupados las 24 horas del día.

Nuestros hijos han de aprender a aburrirse, es bueno para nosotros pero también para los peques de casa.

Me vais a matar… pero ¡Es genial que se aburran!
Y, ¿en qué ganan?

Autonomía: Una de las cosas que desarrollan es su autonomía, de buscarse su plan, sus recursos. Será menos dependiente de nosotros y os diré más… es muy sano para su autoestima. Y con todo esto ganarán confianza, pondrán a prueba sus límites y les ayudará a conocerse mucho mejor.

Creatividad: si se aburre su mente va a mil por hora. Se activa la imaginación y su cabeza no para de crear. Lo importante es saber y encontrar lo que podemos llamar el aburrimiento productivo, que con unas cuantas piezas de lego te hace un castillo. Es muy diferente a que esté aburrido o harto de algo de alguna actividad.

Se conocerán más a ellos mismos. Son más reflexivos. Se dará cuenta de las cosas que hace mal o las que disfruta más.

Una última idea: DADLE UNAS CAJAS DE CARTÓN A VUESTROS HIJOS. ¡Harán maravillas!

¡FAMILIAS, el aburrimiento es bueno!

 

Por: Riqui Muñoz

@papaymas