Septiembre es el “pequeño enero”, ese mes en el que todo comienza de nuevo. Superada la vuelta al cole, es el momento en el que las familias empiezan a resolver el rompecabezas de los horarios. Es también cuando surgen algunas dudas… extraescolares, sí o no? Son positivas para los más pequeños? Les estaremos sobrecargando?

Maria Gil, psicopedagoga, defiende que las actividades extraescolares son grandes oportunidades para que los más pequeños aprendan mientras se divierten, y que además les aportan importantes beneficios psicológicos:

  1. Potencian sus habilidades sociales y adquieren otras nuevas. Por ejemplo, la gestión del tiempo, ya que al tener alguna tarde a la semana ocupada, deberán organizarse para poder cumplir sus obligaciones académicas y también los encargos en casa. O también, la escucha activa, respecto al resto de compañeros de la actividad o el monitor.
  2. Impulsan el rendimiento académico. Las aptitudes desarrolladas en el transcurso de actividades deportivas o pedagógicas más allá de las aulas, inciden positivamente de forma significativa en el desarrollo social y académico del alumnado.
  3. Fomentan una actitud positiva hacia la escuela. Si en la elección de las actividades extraescolares se ha escuchado al niño o niña, sus gustos e intereses, al participar en ellas aumenta su confianza y su autoestima. Ser tenido en cuenta será una gran dosis de motivación.

A pesar de todos estos beneficios, hay un par de aspectos que debemos tener en cuenta antes de planificar en qué actividades extraescolares participarán nuestros hijos e hijas:

  1. Priorizar el tiempo en familia. Jugar y estar con la familia debe ser siempre la principal actividad del niño o niña. Así que debemos prever también alguna actividad que puedan compartir durante la tarde con sus padres o, si los tiene, con los hermanos.
  2. No llenarles en exceso la agenda. Es importante que los más pequeños dispongan todos los días de tiempo para jugar y, por qué no, aburrirse, que también es necesario. Si llenamos sus tardes de actividades y les quitamos esa parcela de tiempo propio podemos provocar en ellos irritabilidad e insomnio.

Hechas estas consideraciones, Maria Gil, psicopedagoga, nos anima a sentarnos con nuestros hijos e hijas, escuchar sus gustos e intereses, y elegir juntos las actividades extraescolares que más les motiven entre la oferta de su colegio, desde deportes de equipo, a cocina, teatro, música o artes marciales.

 

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Psicopedagoga: Maria Gil @toc.psychohelp