No es raro que tu hijo pierda el interés por  el estudio, más aún tras los meses que llevamos de desconexión con los amigos y el colegio. Pero debemos prestar atención.

El éxito académico de nuestros hijos depende de dos factores, por un lado, de su capacidad intelectual y por el otro de la motivación para estudiar.
Aquí es donde, desde casa, podemos ayudarles y contribuir a mejorar su rendimiento.

La motivación no surge de forma inesperada de la nada, ni se crea de forma mágica, hay que construirla paso a paso. Patricia del Campo Recreo, profesora de Institució Igualada nos ofrece algunos consejos para fomentar esta motivación y hacer más eficiente el rato de estudio de nuestros hijos.

7 consejos para que tu hijo estudie

  1. Lo primero es proporcionar un ambiente adecuado para el estudio, un lugar en el que se sienta cómodo y favorezca la concentración. Tu hijo/a puede contribuir a decorarlo o a realizar algún cambio si el lugar ya existe. Incorporar una nueva luz, un póster, un tablón, … Producirá una percepción de cambio y de motivación extra.
  2. Organizar el tiempo que se va a dedicar, hacer un horario para las tardes. En este caso también puede participar diseñando un planificador con una cartulina plastificada y rotuladores de colores para escribir sobre ella. No hay que olvidarse de los momentos de descanso, pero ¡sin móvil! Si no después costará más volver a la concentración.
  3. Fijar metas y objetivos cortos. Es preferible que las metas sean a corto plazo, centrarse en mejorar los resultados del trimestre y no en los de final de curso. Expectativas específicas y razonables, por ejemplo “subir la nota en matemáticas de un 6 a un 7”. Hay que apuntarlas en un papel y dejarlas bien visibles, no pueden acabar en el fondo del cajón. Necesitamos también elaborar un plan para conseguirlas: “repasaré las tablas todos los días” “los jueves haré un examen”… También funciona comprometerse a cumplir el objetivo con alguien, abuelo, tío, padrino, .. E ir informando de los logros.
  4. Mostrar que la escuela es importante y mantener una actitud positiva. Tener buena relación con los profesores, hablar bien de ellos. La escuela se celebra y se disfruta. La implicación familiar es clave en el éxito educativo.
  5. Apoyar el estilo de aprendizaje, conocer y equilibrar a cada uno de nuestros hijos. Ante un examen hay quien necesitará que le quitemos estrés porque se preocupa demasiado y hay quien necesite que le asustemos porque no se preocupa nada. Algunos estudiarán mejor escuchando, otros repitiendo y otros moviéndose.
  6. Animar y alentar vs. elogiar. Hay que reconocer el esfuerzo y el progreso, no solo los triunfos. Las palabras de aliento llevan a hacerse una autoevaluación de manera positiva. Alentar hace que la motivación aumente muchísimo. “¡Así me gusta, lo has hecho muy bien!” “Noto que cada día lo haces mejor” “Has dedicado mucho tiempo, está muy bien”
  7. Premiar. Adoptar un punto medio. Dar un premio especial de vez en cuando y en otras ocasiones regalar una sonrisa, un abrazo o un gesto positivo.

Y recuerda:

Siempre aprenden más por lo que ven de sus modelos de referencia (generalmente los padres) que por las instrucciones verbales que reciben.